Atenas, 16 sep (Prensa Latina) La isla griega de Lesbos continúa hoy envuelta en tensiones con miles de migrantes movilizados para reclamar su traslado a territorio continental, tras el incendio de campamento de Moria.
Una semana después del siniestro que destruyó la infraestructura donde se alojaban casi 13 mil indocumentados en condiciones de hacinamiento, se estima que 11 mil personas siguen pernoctando a la intemperie y muchas mantienen las protestas para exigir la evacuación masiva, una opción descartada por el gobierno heleno.
De acuerdo con las autoridades, solo alrededor de mil 200 indocumentados aceptaron hasta el momento alojarse en el campamento temporal instalado en la isla con la ayuda del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
En entrevistas realizadas por diversas organizaciones humanitarias, los migrantes denunciaron las pésimas condiciones en que vivían en Moria y defendieron el reclamo de ser trasladados al continente para poder dinamizar los procesos de regularización legal.
«Lo perdimos todo en Siria. Vinimos aquí en busca de seguridad, pero esto no es seguro. Por favor, sacadnos de este infierno. Ahora mismo, solo estamos esperando aquí a morirnos», sostuvo un migrante en declaraciones difundidas este miércoles.
Hasta ahora solo fueron trasladados al continente 400 menores no acompañados que serán repartidos en una decena de países europeos, principalmente Francia y Alemania.
Aunque numerosas naciones de la región mostraron la disposición de ofrecer ayuda a Grecia, por el momento escasean las propuestas concretas y apenas Alemania ha confirmado que planea recibir a mil 500 migrantes.
Según las estimaciones, en las islas griegas permanecen alrededor de 30 mil indocumentados procedentes de África, Asia y Medio Oriente, quienes esperan una oportunidad para regularizar su situación legal en Europa.
De acuerdo con entidades como Oxfam y Médicos sin fronteras, el incendio en Lesbos y el desamparo en que quedaron los ocupantes del extinto campamiento son una muestra del fracaso de la política europea en materia de migración y de la necesidad de un nuevo enfoque que garantice una acogida justa y humanitaria para estas personas.